El sitio de Sagunto

El sitio de Sagunto

El sitio de Sagunto es uno de esos capítulos de la historia que marcan el carácter de un pueblo. Ocurrió en el 219 a.C., cuando los cartagineses, liderados por Aníbal Barca, pusieron sitio a esta ciudad que, a pesar de estar aliada con Roma, decidió luchar hasta el final. Durante ocho largos meses, los saguntinos se resistieron a la invasión, eligiendo la muerte antes que la rendición. Esta valentía ha quedado grabada en la memoria colectiva, convirtiendo a Sagunto en un símbolo de resistencia.

Lo que muchos no saben es que este asedio fue el precursor de la Segunda Guerra Púnica, un conflicto que cambiaría el mapa del Mediterráneo. La historia de Sagunto nos habla de fervor y determinación, de un pueblo que prefirió enfrentar su destino en lugar de vivir bajo la sombra del enemigo. La crónica de su resistencia, escrita por el historiador griego Polibio, es un recordatorio de que el espíritu humano puede brillar incluso en las horas más oscuras.

El Conflicto que Dió Inicio a la Segunda Guerra Púnica

En el año 219 a.C., se suscitó un enfrentamiento crucial conocido como el “sitio de Sagunto”. Este acontecimiento militar tuvo lugar entre los cartagineses, dirigidos por Aníbal Barca, y los saguntinos, quienes contaban con el apoyo de Roma. La contienda se desarrolló en las cercanías de la actual Sagunto, situada en la provincia de Valencia.

Contexto del Enfrentamiento

Este conflicto se inscribe en un contexto de tensiones crecientes entre Cartago y Roma, donde las alianzas definieron el rumbo que tomarían las acciones militares. Los saguntinos, al establecer lazos con Roma, se convirtieron en el blanco de la ambición cartaginesa, lo que marcó el inicio de una de las guerras más significativas de la antigüedad y que cambiaría el destino de muchas civilizaciones.

Consecuencias del Sitio

El sitio de Sagunto no solo fue un episodio bélico, sino que simbolizó el comienzo de la Segunda Guerra Púnica. La victoria cartaginesa en este enfrentamiento impulsó a Aníbal a continuar su campaña contra Roma, dando pie a una serie de conflitos bélicos que marcarían la historia del mundo antiguo.

El Tratado del Ebro: Un Acuerdo Clave

Es fundamental entender el Tratado del Ebro, establecido en el 226 a.C., y sus implicaciones históricas. Este pacto fue firmado por Asdrúbal, y su relevancia se ve reflejada en las múltiples menciones que hicieron los diplomáticos romanos durante sus negociaciones en Cartagonova con el célebre Aníbal. El acuerdo estipuló que Cartago no expandiría su influencia al norte del Ebro, mientras que Roma haría lo mismo hacia el sur.

Geografía del Ebro

El Ebro, conocido en aquella época como Iberus, tiene su origen en el noroeste de la península ibérica y recorre cerca de 1000 kilómetros antes de desembocar en el Mediterráneo, a unos 160 kilómetros al norte de Sagunto. Según lo pactado en el tratado, esta ciudad quedaba fuera del “protectorado” romano, dejando el terreno preparado para futuras alianzas.

Alianzas Anteriores a Aníbal

No era un secreto que los saguntinos habían buscado la alianza con Roma mucho antes de que Aníbal apareciera en el escenario. Este punto se convierte en una prueba contundente de su relación con Roma, reconocida incluso por los cartagineses. Durante un conflicto interno entre los saguntinos, estos decidieron no recurrir a los cartagineses —a quienes tenían al alcance—, sino que se dirigieron a Roma para resolver sus problemas políticos, lo que destaca la naturaleza de su colaboración.

Interpretaciones Históricas sobre la Frontera

Varios historiadores, basándose en las investigaciones de Jerome Carcopino, han llevado a cabo un minucioso análisis del tratado y los acontecimientos posteriores. Muchos concluyeron que la frontera fluvial que se menciona podría haber sido en realidad el río Júcar, dado que Sagunto se localiza a unos 60 kilómetros al norte de su desembocadura. De esta manera, se podría exculpar a Roma de un inicio de guerra sin un justificación legal clara.

Consideraciones sobre la Neutralidad

No obstante, hay quienes sugieren que el tratado pudo haber fijado la frontera en el Iberus, con una “zona neutral” delimitada entre el Júcar y el Ebro, que incluiría a Sagunto. Así, la ciudad, que mantenía una alianza con Roma desde el 226 a.C., tenía la legítima expectativa de recibir apoyo militar de la República en caso de necesidad, aunque su territorio no se viese beneficiado directamente por el acuerdo con Cartago.

Ascenso de Aníbal al Poder

En el año 221 a.C., Aníbal fue nombrado comandante supremo de Iberia cuando apenas contaba con 26 años. Su designación se produjo después de la muerte de Asdrúbal, lo que le llevó a dedicar los siguientes dos años a consolidar la influencia cartaginesa en la península ibérica. Durante este periodo, Aníbal lanzó ataques contra los Ocaldes de la Meseta Central, expandiendo así su territorios hasta el río Tajo.

El año 220 a.C. marcó un punto de inflexión en su campaña militar. Se enfrentó a los Vacceos, obteniendo un botín significativo tras saquear sus ciudades clave como Helmántica y Arbocala. Este conflicto provocó la unión de varias tribus, que se agruparon bajo el liderazgo de los Carpetanos. La culminación de esta resistencia fue una gran batalla junto al Tajo, posiblemente en las cercanías de Driebes, donde Aníbal salió victorioso.

"La victoria de Aníbal no solo fortaleció su posición, sino que revolucionó el panorama político de Hispania."

La Alianza de Roma y Sagunto

En medio de esta racha de éxitos para Cartago, Roma decidió actuar. Firmó una alianza con la ciudad de Sagunto, declarando a esta última como protectora, un acto que se basaba en un tratado que databa de 241 a.C., el cual prohibía agresiones contra ciudades aliadas. Sin embargo, existen desacuerdos sobre la fecha exacta de este pacto, ya que algunas fuentes mencionan que el acuerdo Roma-Sagunto se realizó en 223 a.C., lo que colocaría este tratado antes de la pactada delimitación del Ebro, sugiriendo que Sagunto estaba dentro de la esfera de influencia cartaginesa.

El Enigma del Tratado

Es notable que ni Tito Livio ni Paulo Orosio logran ofrecer una definición clara sobre los términos del tratado entre Roma y Sagunto. Investigaciones más recientes indican que no era un documento formal típico, como un foedus o deditio, sino más bien un acuerdo de jides o amicitia que implicaba más una obligación moral que jurídica.

La Batalla de Sagunto: Un Capítulo Decisivo

La ciudad que hoy conocemos como Sagunto tiene raíces profundas. Originally conhecida como Arse, este asentamiento fue fundado por los íberos edetanos. Posteriormente, fue designada como Saigantha por los griegos, y eventualmente, los romanos la transformaron en Saguntum.

Para Aníbal, la conquista de Sagunto era crucial. Este enclave no solo retaba el tratado entre Sagunto y Roma, sino que también representaba un bastión poderoso que podría comprometer sus ambiciosos planes de expansión. La situación era aún más delicada, ya que Sagunto no era solo una fortaleza, sino también una ciudad con riqueza que podría financiar un ejército mercenario o sobornos en la arena política.

“Tomar Sagunto no era solo una cuestión militar, era una jugada estratégica en el ajedrez de la política clásica.”

Un Asedio Difícil

Durante el asedio, las tropas cartaginesas encontraron una resistencia feroz. Las fuertes fortificaciones de Sagunto, junto con la determinación de sus defensores, hicieron que Aníbal enfrentara más desafíos de los que había anticipado. De hecho, el propio general cartaginés llegó a ser gravemente herido por una jabalina, lo que provocó una pausa en los combates mientras se recuperaba.

Consecuencias del Conflicto

El resultado de este asedio no solo definió el destino de Sagunto, sino que también tuvo repercusiones trascendentales en la relación entre Cartago y Roma. Este conflicto marcó un hito en las hostilidades que se avecinaban, siendo un claro indicio de que la guerra entre estos poderosos estados era inminente.

La Caída de Sagunto: Un Drama Histórico

En el transcurso entre 219 a.C. y finales del 218 a.C., tras un agónico asedio que se extendió por ocho largos meses, las últimas defensas de Sagunto sucumbieron. Esta ciudad no logró hacer frente a la formidable ofensiva de uno de los ejércitos más destacados de la antigüedad: el de Aníbal.

"La decisión de los saguntinos fue un acto desesperado ante la inminente derrota."

La Ofrenda de Aníbal

Aníbal, en un intento por mantener la paz, ofreció a los habitantes de Sagunto la opción de salvar sus vidas. La condición era clara: debían abandonar la ciudad, desarmados y llevando únicamente dos prendas de vestir.

La Respuesta de los Saguntinos

Al darse cuenta de que sus aliados romanos no llegarían para ayudarles en esta crítica situación, los saguntinos tomaron una decisión heroica y desesperada. En un acto simbólico de resistencia, encendieron una hoguera para incinerar sus posesiones y se lanzaron contra el ejército cartaginés, causando una devastadora mortandad entre las filas enemigas.

"Las mujeres, testigos desde las murallas, vivieron una tragedia que las llevó a una decisión desesperada."

El Horrendo Final

Cuando finalmente Aníbal ingresó a Sagunto, la escena que encontró era desoladora. En lugar de sentirse conmovido por la devastación, estalló en una cólera salvaje, ordenando la ejecución de los prisioneros que aún quedaban, incluyendo a algunos niños y ancianos que, por azar, habían sobrevivido a la tragedia colectiva.

Las Consecuencias de la Conquista

El resultado de este asedio no fue solo la caída de una ciudad, sino la revelación de una Sagunto ardiente y arrasada, que, lejos de ser un trofeo valioso, representó un enorme gasto en recursos para su futura reconstrucción. Aníbal, que había invertido tanto esfuerzo y tiempo en capturarla, solo halló un lugar que apenas podía ofrecer más que desolación.

¿Por qué no acudió Roma al rescate?

La historia de Sagunto es un relato de desesperación y abandono. Cuando la ciudad fue asediada, los saguntinos tomaron la iniciativa de enviar mensajeros a Roma solicitando asistencia urgente. Sin embargo, su llamado a la ayuda fue ignorado.

  • Las tribus vecinas también se mantuvieron al margen, sintiendo envidia por la prosperidad de Sagunto y rehusando enfrentarse a Cartago.
  • A pesar de que los romanos estaban al tanto de las maniobras de Aníbal en Hispania, no tomaron medidas.
  • La razón de esta inacción podría residir en que las legiones romanas estaban comprometidas en otros frentes.
  • Otra interpretación sugiere que hubo un marcha intencionada en los acontecimientos para provocar un casus belli contra Cartago.

En último término, la decisión de no intervenir en la defensa de Sagunto ha sido objeto de especulación. La combinación de intereses estratégicos y la falta de recursos parece haber definido el destino de una ciudad que clamaba por ayuda.

Recorrido por el Legado de Sagunto

A lo largo de la historia, diversos escritores se han detenido a reflexionar sobre la caída de Sagunto. Desde figuras clásicas como Tito Livio, Polibio y Paulo Orosio, hasta la producción contemporánea. Uno de los relatos más llamativos es el poema “Púnica” de Silius Italicus, donde se mencionan a varios héroes saguntinos como Sicoris, Murrus y Theron, así como a Asbyte, una valiente princesa guerrera libia que se alistó en las filas de Cartago. Sin embargo, la veracidad de esta obra como fuente histórica es cuestionada por muchos investigadores.

Influencia en el Arte y la Literatura

En 1727, el dramaturgo inglés Philip Frowde se inspiró en el poema y los personajes de Silius para crear su tragedia titulada “La caída de Saguntum”. Esta adaptación demuestra cómo la historia ha sido recibida y reinterpretada a lo largo del tiempo.

Música y Narrativa en Torno a Sagunto

No solo la literatura se ha visto influenciada. Un aspecto un tanto particular que merece atención es la banda canadiense de Metal Ex Deo, que se formó en 2008. Ellos tienen una canción llamada Hispania (The Siege of Saguntum), parte de su álbum “The Immortal Wars”, lo que muestra cómo el legado de Sagunto ha trascendido incluso el ámbito musical.

El célebre novelista valenciano Vicente Blasco Ibáñez también se comprometió a revivir la memoria del asedio en su obra titulada “Sónnica la Coretsana”, que posteriormente fue llevada a la gran pantalla. Este tipo de narrativas nos invita a reflexionar, ¿por qué Roma no acudió en defensa de su aliada Sagunto? Muchos sostienen que fue una estrategia deliberada, una sombra que les sirvió de pretexto para declarar la guerra a Cartago.

FAQ - Preguntas Frecuentes

¿Quién destruyó la ciudad de Sagunto?

La ciudad de Sagunto fue destruida por los cartagineses, bajo el mando de Aníbal Barca, en el año 219 a.C.

¿Por qué es famosa la resistencia de los saguntinos?

Es famosa porque los saguntinos optaron por luchar hasta el final en lugar de rendirse, personificando la resistencia hispana.

¿Cuándo tuvo lugar el sitio de Sagunto?

El sitio de Sagunto tuvo lugar en el año 219 a.C., marcando el inicio de la Segunda Guerra Púnica.

¿Cuánto tiempo duró el asedio de Sagunto?

El asedio duró aproximadamente ocho meses.

¿Qué papel tuvo Roma en la defensa de Sagunto?

Sagunto era una ciudad aliada de Roma, pero Roma no pudo enviar ayuda a tiempo durante el asedio.

¿Qué ocurrió después de la caída de Sagunto?

La caída de Sagunto fue el detonante de la Segunda Guerra Púnica entre Roma y Cartago.

¿Quién fue el primer historiador que habló sobre Sagunto?

El primer historiador en narrar el asedio de Sagunto fue el griego Polibio.

¿Qué simboliza el sitio de Sagunto en la historia?

Simboliza la lucha y la resistencia del pueblo hispano ante un invasor.

¿Cómo se refleja la valentía de los saguntinos en la historia?

La frase 'Morir antes que entregarse' refleja su determinación y valentía.

¿Dónde se ubica actualmente Sagunto?

Sagunto se ubica en la Comunidad Valenciana, España, cerca de la costa mediterránea.

Artículos relacionados