
El Blocao de la Muerte
¡Vaya historia la del Blocao de la Muerte! Este nombre resuena con ecos de valentía y tragedia, y se refiere a uno de los puntos más significativos de la guerra del Rif en 1921, donde las tropas españolas lucharon con todo su empeño, aunque muchas veces al borde de la derrota. Situado entre posiciones estratégicas como la “segunda caseta” y Si Ahmed El Hadj, el blocao se convirtió en un símbolo de resistencia y sacrificio, dejando tras de sí una estela de vidas perdidas y heroísmo desgarrador.
Y no solo queda en la historia, porque este lugar ha inspirado canciones y relatos que perduran en el tiempo. La famosa canción "El Blocao de la Muerte" captura la esencia de esos momentos difíciles, transformando el dolor y la lucha en arte. Es un recordatorio de que, aunque haya pasado un siglo, las historias de aquellos valientes siguen vivas en nuestra memoria, resonando como un grito de resistencia en medio del caos. ¡No se puede dejar de admirar la fuerza de esas ánimas!
Un Recuerdo Resonante: La Legión y Su Homenaje a los Caídos
En septiembre de 1921, el recientemente formado Tercio de Extranjeros se lanzó al fragor de la batalla. Sin embargo, la historia no le brindó el reconocimiento que merecía aquel acto heroico. No hubo desfile, ni una medalla colectiva que celebrara la valentía del cabo Suceso Terrero y su grupo de combatientes.
A menudo, el ruido del olvido se apodera de los héroes y de su sacrificio. Los defensores del Blocao de Dar Hamed parecen haber caído en la memoria colectiva de una manera casi sepulcral, dejando un eco de soledad a su paso.
“La Legión lleva grabado a fuego el nombre de Suceso Terrero.”
A pesar de ello, el Tercio no olvida. Cada 16 de septiembre es un recordatorio de los que cayeron en combate. En su pueblo natal, Hormilla (La Rioja), se rinde homenaje a su sacrificio. Allí se reúne un grupo de legionarios, donde se realiza una ceremonia de conmemoración que incluye la lectura de su efeméride y la pronunciación reverente de los nombres de aquellos hombres caídos en el Blocao, que era conocido como “El Malo”.
- Fecha clave: 16 de septiembre
- Ubicación del homenaje: Hormilla, La Rioja
- Personaje recordado: cabo Suceso Terrero
Así, el eco de su valentía sigue resonando, manteniendo viva la memoria de aquellos que lucharon y dieron su vida por la patria, recordándonos que el olvido no es una opción para quienes honran su legado.
La Narrativa del “Blocao de la Muerte”
En septiembre de 1921, tras el desastre que tuvo lugar en Annual, las fuerzas armadas emprendieron la ardua tarea de recuperar el territorio. Entre las tropas que llegaron a Melilla se encontraba la Primera Bandera de La Legión, una unidad que jugaría un papel crucial en esta gélida contienda.
Los soldados defendían posiciones estratégicamente situadas conocidas como “Blocaos”. Estas fortificaciones, construidas con piedras, sacos terreros, troncos y alambre, eran esenciales para contener los embates enemigos. Uno de estos puntos era el blocao de Dar Hamed, ubicado en la ladera este del monte Gurugú, entre la segunda caseta y el blocao de Sidi Ahmed el Hach. Su objetivo: resistir los ataques constantes de los rifeños desde el barranco de Sidi Musa. Debido a su crítico emplazamiento, los asaltos eran frecuentes, resultando en numerosas bajas, lo que le valió el apodo de “el malo”.
“La resistencia en el blocao se tornó en un símbolo de valentía y sacrificio.”
El 14 de septiembre de 1921, el blocao estaba guarnecido por el Batallón disciplinario de Melilla, encabezado por el Teniente José Fernández Ferrer y un contingente de veinte soldados que habían llegado el día anterior para relevar a los legionarios. Este relevo se realizó bajo un intenso y difícil fuego enemigo, lo que obligó a llevarlo a cabo hombre a hombre, prolongándose durante prácticamente todo el día.
Con poco tiempo para organizarse, la situación se tornó crítica por la noche, con un aumento del ataque a base de cañonazos y fusilería. En medio del caos, varios defensores resultaron heridos, incluido el propio Teniente Ferrer, quien sufrió una herida de gravedad.
La mañana del 15 de septiembre trajo consigo una breve tregua, que el Teniente Ferrer aprovechó para enviar a uno de sus hombres en busca de refuerzos a la segunda caseta, logrando contactar con el Atalayón, guarnecido por legionarios bajo el mando del Teniente Eduardo Agulla. Sin embargo, pese a su valentía y disposición, el mando no le permitió acudir en persona, no obstante, ofrecieron enviar un pequeño refuerzo al blocao.
- El teniente pidió voluntarios para una misión casi suicida.
- Los legionarios, sabiendo el riesgo, se presentaron todos con valentía.
- Eligió a 15 hombres, liderados por el Legionario de primera Suceso Terrero López.
Emocionante fue la despedida entre compañeros, todos conscientes del gran sacrificio que estaban por afrontar. Escribieron cartas a sus madres y novias, dejando claro el compromiso de honrar el credo legionario. Lorenzo Camps entregó su paga para ayudar a los heridos, un gesto que reforzó la unidad en aquel momento trágico.
La llegada al blocao fue ardua y peligrosa, a pesar de las bajas, todos lograron llegar. Suceso Terrero recibió instrucciones del Teniente Ferrer, quien, desafortunadamente, también cayó junto a otros compañeros en el transcurso del enfrentamiento, dejando a Suceso como el líder inmediato de los sobrevivientes. Con una inquebrantable determinación, se dedicó a animar a sus hombres, levantando los corazones con vivas a España y a La Legión.
“No se rendirían, y defenderían la posición con heroísmo.”
Cuando la munición se agotó, Suceso tomó la decisión de enviar a un legionario y un soldado a buscar refuerzos de inmediato. Los valientes defensores mantuvieron la lucha, aunque bajo una feroz violencia que castigó el blocao. Finalmente, un cañón enemigo derruyó las fortificaciones, permitiendo el avance de los kabileños que terminarían con los pocos sobrevivientes.
La situación del blocao fue reportada por los mensajeros, quienes llegaron exhaustos a la Segunda Caseta. Por la mañana siguiente, una unidad de rescate encontró a todos los defensores muertos. Uno de los primeros legionarios en llegar, un joven catalán llamado Pagés, recogió a Suceso en sus brazos y expresó: “Perdóneme por no haber podido llegar a tiempo de salvarles.” La valentía de Suceso Terrero y sus hombres quedó grabada en la historia, su sacrificio fue un símbolo de lealtad a España y a La Legión.
El mismo día, Suceso Terrero fue ascendido a cabo, un título que le otorga la historia en memoria de su inquebrantable valor y dedicación.
Un Testigo Relata la Llegada al Blocao
En un escenario desolador, entre alambradas de alambre espinoso, yacían unos cuerpos suspendidos, como muñecos desgastados. El aire, con dedos invisibles, revoloteaba sobre sus cabellos, mientras el sol, implacable, parecía invitarlos a recuperar la vida.
Uno de los heridos se encontraba en condiciones tan críticas que su voz se había apagado por completo. Los otros, hechos trizas y enterrados bajo los escombros, clamaron juntos por ayuda: -¡Camillas!… ¡Camillas!- exclamaron los primeros socorristas que pusieron un pie en el lugar. Eran los muertos: Lorim, Ródenas, Duarte, Camps… En total, quince almas perdidas. Con un moribundo entre ellos, el número se elevaba a dieciséis. Y no podíamos olvidar a Suceso Terreno, el legionario de primera que, en un acto heroico, encontró su fin en el frente.
“Los muertos eran dieciséis, y el legionario, aún en su rango, había caído luchando.”
La Sombra de la Desesperación
Los ojos vigilantes de los soldados enemigos, que se asomaban como sombras entre el caos, observaban sin disparar. Tal vez, la valentía desplegada en la defensa había suscitado en ellos un respeto inesperado por aquellos que estaban empeñados en recoger los despojos de sus compañeros caídos.
Un Acto de Respeto y Valor
La escena, marcada por la tragedia y la valentía, habla de un momento donde incluso el horror puede despertar un sentimiento de respeto mutuo. Los que recogían los cuerpos, a pesar de su pena, manifestaban la esencia de la lucha, donde los actos heroicos nunca son olvidados, y la memoria recuerda siempre a aquellos que, en combate, dieron su vida por el deber.
FAQ - Preguntas Frecuentes
¿Qué es 'El Blocao de la Muerte'?
Es un término que hace referencia a una posición defensiva del ejército español en el norte de Marruecos, especialmente notable durante la guerra del Rif.
¿Cuál es la historia detrás de 'El Blocao de la Muerte'?
La historia se centra en los enfrentamientos entre las fuerzas españolas y las tribus rifeñas en 1921, un periodo marcado por la resistencia y el heroísmo.
¿Hay alguna canción titulada 'El Blocao de la Muerte'?
Sí, existe una canción relacionada que evoca el espíritu y la vivencia de los legionarios en aquellas difíciles circunstancias.
¿Qué eventos históricos se asocian con 'El Blocao de la Muerte'?
Se asocia con la defensa española en diversas batallas significativas durante la guerra del Rif, donde se perdieron muchas vidas.
¿El Blocao de la Muerte aparece en alguna película?
No hay una película específica, pero la temática ha sido abordada en obras sobre la guerra del Rif y la historia militar española.
¿Qué papel jugaron los legionarios en 'El Blocao de la Muerte'?
Los legionarios desempeñaron un papel crucial en la defensa de estas posiciones, demostrando valor y determinación en condiciones extremas.
¿Cuándo tuvo lugar la batalla más famosa asociada a 'El Blocao de la Muerte'?
Una de las batallas más notables ocurrió en julio de 1909, intercalada en una serie de conflictos más amplios en la región.
¿Qué significa el término 'blocao'?
'Blocao' se refiere a las fortificaciones o posiciones defensivas construidas por el ejército español en territorio marroquí.
¿Cómo se describe la vida de los soldados en el Blocao de la Muerte?
La vida era extremadamente dura, marcada por el aislamiento, el frío y la constante amenaza de ataque de las fuerzas ribereñas.
¿Dónde se ubica 'El Blocao de la Muerte'?
El Blocao de la Muerte se encuentra en el norte de Marruecos, en el contexto de la guerra del Rif, que tuvo un impacto significativo en la región.