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Conoce las terribles torturas que sufrieron las víctimas del crimen de Alcàsser

Era una noche de viernes 13 en Alcàsser, un viernes que se convirtió en una pesadilla para tres chicas inocentes que solo querían divertirse en la discoteca Coolor. Desireé Hernández, de 14 años, Miriam Garcia, de 14, y Antonia Gómez, de 15, salieron al caer la tarde con la ilusión de bailar toda la noche en Picassent. Aunque eran asiduas a la discoteca, esta vez necesitaban un coche para llegar. Sin imaginarlo, esa noche se convertiría en una de tortura, terror y muerte para ellas.

Cronología del crimen

Sin noticias de las jóvenes, los tutores decidieron buscarlas horas después. Incluso se aventuraron a entrar en el local nocturno donde se suponía que ellas habían estado, pero las puertas ya estaban cerradas.

Después de varias horas sin tener indicios de las chicas, los progenitores decidieron salir en su búsqueda. Llegaron a incluso ingresar en el establecimiento de ocio en el que las tres menores supuestamente habían estado, pero ya se encontraba clausurado.

La desesperación empezaba a apoderarse de los padres al ver que no había señales de sus hijas. Así que decidieron iniciar una búsqueda frenética, sin importar los obstáculos que encontrarían en su camino. Incluso se aventuraron a entrar en la famosa discoteca, pero todo estaba cerrado y no había rastro de las jóvenes.

Tras varias horas de ausencia, los tutores de las jóvenes no sabían qué hacer. Se sintieron en la necesidad de salir a buscarlas, para asegurarse de que estaban bien. Entraron en la famosa discoteca, pero ya estaba cerrada, y no había ninguna pista sobre el paradero de las chicas.

No tenían noticias de las chicas y la preocupación iba en aumento. Viajaron a la discoteca que las tres menores debían haber estado, pero una vez allí, se dieron cuenta de que estaba cerrada. La angustia crecía en los padres al no tener ningún indicio sobre el paradero de sus hijas.

El terror sexual

Barjola le explica a BBC Mundo que decidió abordar este tema porque le interesaba investigar cómo las percepciones sobre el peligro sexual determinan y limitan el comportamiento de las mujeres.

Comenzó a reflexionar sobre las representaciones que estuvieron presentes en su vida y que la pusieron en contacto con el miedo sexual por primera vez. Es decir, el temor de que algo malo pueda pasarle por el simple hecho de ser mujer.

En aquel momento, se hablaba mucho sobre cómo ellas habían hecho auto-stop. Este era el foco de toda la narrativa, que si no hubiesen hecho auto-stop, no les habría sucedido lo que les sucedió.

El Escape de Antonio Anglés

El día después de descubrir los cadáveres de las tres jovencitas, los oficiales se presentaron en la casa de Catarroja para llevar a cabo su arresto, sin embargo, fracasaron en el intento. En un abrir y cerrar de ojos, el perseguido logró escaparse por la ventana de una de las habitaciones y se dio a la fuga por los techos de las casas colindantes.

Anglés llegó a la Estación del Norte de Valencia y allí comenzó a transformar su apariencia para pasar desapercibido. Bajo una de sus múltiples identidades falsas, ingresó en una peluquería cercana y se tiñó el cabello de un tono rubio para evitar ser reconocido.

Durante un tiempo, ni las autoridades ni los ciudadanos lograron dar con su paradero. Hasta que finalmente, en febrero de 1993, fue rastreado en la localidad de Minglanilla, en Cuenca. Sin embargo, volvió a desaparecer y un mes después fue avistado en Portugal. De acuerdo a las pesquisas, estuvo a punto de ser capturado por las autoridades en ese lugar...

Misterios y especulaciones en torno al caso

El Caso Alcàsser ha sido una fuente constante de teorías desde el inicio de las investigaciones. Los testimonios de personas cercanas a las víctimas y los resultados de las autopsias han generado un sinfín de conjeturas, algunas más descabelladas que otras.

Una de las teorías más populares se destacó entre las demás, incluso en un principio se pensó que eran simples paranoias o intentos de conseguir fama en los medios de comunicación. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta idea tomó un giro diferente y comenzó a ganar fuerza: desde la existencia de videos 'snuff' hasta la implicación de personas poderosas.

Uno de los defensores de esta teoría es el escritor Juan José Requena, quien afirma que los acusados, Anglés y Ricart, fueron utilizados como peones en un juego depravado por parte de individuos influyentes. Según su versión, gracias a su poder y contactos, estas personas lograron inculpar a los jóvenes de un crimen que en realidad ellos mismos habían cometido. Nunca se han encontrado pruebas que confirmen estas afirmaciones.

Un caso muy mediático

Desde el principio, una intensa rivalidad se desató entre los medios de prensa por obtener los detalles más impactantes sobre las jóvenes y sus familias.

Los platós de televisión se trasladaron a Alcàsser, una pequeña localidad de tan solo 8.000 habitantes, donde se entrevistó a padres, familiares y amigos de las adolescentes.

Antes incluso de que algunas familias fueran notificadas, los medios ya anunciaban el hallazgo de los tres cadáveres. Por ejemplo, la madre de Miriam García se enteró por la televisión de la aparición del cuerpo de su hija.

Explotación del dolor

Alcàsser fue transformado en un escenario televisivo, donde tertulianos y periodistas hablaban sin ningún recato acerca del estado de los cuerpos y las condiciones en las que habían sido encontrados.

Imágenes y testimonios, dolorosos, fueron transmitidos sin ningún criterio ético, lo cual quedó patente en la entrevista que una presentadora realizó al teniente de alcalde de la localidad, apenas un día después de que los cuerpos fueran encontrados.

"Quisiera saber, lo sé es muy difícil y en frente de tantas personas que están aquí esta noche, es verdaderamente doloroso... ¿podría decirnos si las autopsias revelaron que los cuerpos presentaban signos de maltrato y violación?", preguntó la presentadora en un programa de televisión que fue emitido en vivo desde el auditorio principal del pueblo, con la asistencia de todos...

Un terror persistente

Un acusado, Miquel Ricart, fue condenado a 170 años detrás de las rejas, pero hace cuatro años fue liberado y ahora camina libremente. Sin embargo, su cómplice en el caso, Antonio Anglés, logró escapar de las autoridades y aún permanece en paradero desconocido.

Años después del famoso caso Alcàsser, crímenes continúan sacudiendo a España y capturando la atención de la opinión pública. Uno de ellos es la desaparición de la joven Marta del Castillo en Sevilla en enero de 2009, un misterio que todavía no ha sido resuelto.

Según la periodista especializada en temas de género Noemí López Trujillo, "todas nosotras hemos crecido escuchando sobre algún caso Alcàsser". La repercusión de este suceso ha sido tan grande que ha dejado una huella imborrable en la memoria colectiva.

El impacto de Alcàsser en las familias

Fernando García, padre de Miriam, fue el rostro más visible de los familiares de las jóvenes en el caso de Alcásser. Él encabezó una campaña pública exigiendo justicia para su hija, siendo siempre el primero en dar su testimonio ante las cámaras. Sin embargo, tras el asesinato y el posterior olvido mediático, García decidió alzar su voz de nuevo...

Por otro lado, Rosa Folch, madre de Desireé, prefirió mantener su dolor en la intimidad y escapar de las insistentes cámaras de televisión. En cuanto a los padres de Toñi, continúan viviendo en Alcásser.

Pero, ¿qué fue de la familia de los sospechosos? Sobre los Ricart no se sabe mucho, pero sí despertaron gran interés en los medios y la opinión pública los parientes de Anglés, considerado el autor principal debido a su historial delictivo.

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