ley de cambio climático y transición energética resumen

sobre la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en menos de 15 palabras

Luego de un largo periodo de dedicación, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética finalmente será aprobada en el año 2021. Algunos de sus propósitos principales incluyen disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 23% para el año 2030, en comparación con los niveles de 1990. Asimismo, dicha ley promoverá la implementación de fuentes energéticas renovables, la adopción de transporte sin emisiones, el cese de la explotación de recursos hidrocarburíferos, la educación sobre el medio ambiente y la protección de la diversidad biológica. ¿Cuál es la relevancia de esta legislación?

El fenómeno del calentamiento global en la actualidad

Un cambio climático es un fenómeno que está afectando al clima en la actualidad. Este cambio se debe a la acción de los seres humanos, lo que lo convierte en un cambio climático antropogénico. La emisión de gases de efecto invernadero durante varios siglos es la causa principal del calentamiento global, que está provocando un aumento en la temperatura de la atmósfera y del océano.

Este proceso de acumulación de contaminantes y aumento de temperaturas tiene graves consecuencias. Además de afectar a la salud humana, también impacta en la biosfera, su ecología y biodiversidad. Por ejemplo, provoca la acidificación del océano, obliga a los biomas a desplazarse y reduce la complejidad de los ecosistemas, lo que los hace más vulnerables a acontecimientos futuros. Es necesario tomar medidas urgentes para evitar un mayor deterioro del medio ambiente.

El cambio hacia la Energía Sostenible Comprendiendo la Transición Energética

La transición energética es fundamental para lograr una economía libre de carbono. Esto implica tanto la producción como el consumo de energía. Generalmente, se enfoca en la sustitución de plantas de energía y medios de transporte térmicos por otras alternativas como fuentes renovables, bajas emisiones y electrificación. Sin embargo, va mucho más allá de eso.

Se trata de un periodo de ajuste en el cual se busca pasar de una economía basada en combustibles fósiles a una que no deje huella de carbono. Además de los cambios en la producción de energía, también incluye mejoras en eficiencia mediante el uso de redes inteligentes, un aprovechamiento más sostenible de recursos renovables y cambios en los hábitos de las personas.

España en camino hacia una Ley de Cambio Climático y Transición Energética

La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética tiene como principal meta la descarbonización y la sostenibilidad ambiental a largo plazo. Estas son algunas de sus ideas principales:

De ahora en adelante, no se permitirá la apertura de nuevas explotaciones de hidrocarburos en España, ni en tierra ni en mar, incluyendo el controvertido fracking. Tampoco se podrán llevar a cabo nuevas exploraciones de uranio. Además, se ha establecido una fecha límite para las explotaciones existentes: 31 de diciembre de 2042.

Con el objetivo de alcanzar una generación de energía 100% renovable para el año 2050, se ha establecido que para el año 2030 deberá ser de al menos 74%. Según datos de REE, a finales de 2020 el 43,6% de la energía generada ya era renovable, aunque no así la consumida. Además, cada 1% aumentado es ligeramente más complicado de lograr que el anterior, por lo que representa un verdadero desafío a largo plazo.

Minimización de emisiones fomento de energías sostenibles y optimización del consumo energético

Reducción de emisiones y energías renovables en la economía española

En el ámbito nacional, se han establecido metas mínimas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover el uso de energías renovables y mejorar la eficiencia energética en la economía española.

Para el año 2030, se ha fijado como objetivo una reducción del 23% en las emisiones de la economía española en comparación con el año 1990. Además, se espera alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050.

En términos de energías renovables, se pretende alcanzar una penetración mínima del 42% en el consumo de energía final para el año 2030. En cuanto al sistema eléctrico, se busca que al menos el 74% de la generación provenga de fuentes de energías renovables.

Asimismo, se busca mejorar la eficiencia energética mediante una disminución del consumo de energía primaria en al menos un 39,5%. Esto se logrará a través de medidas que fomenten un uso más eficiente y responsable de la energía en la sociedad.

Adaptación al cambio climático

La legislación vigente estipula que el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) es el principal instrumento para promover la acción coordinada ante los efectos del cambio climático. Dentro del PNACC se establecerán objetivos estratégicos y se definirá un sistema de indicadores para medir los impactos y la adaptación al cambio climático. Además, se llevarán a cabo informes periódicos al respecto...

La ley también contempla la integración de los riesgos derivados del cambio climático en la planificación y gestión de políticas sectoriales. Esto incluye la gestión del agua, las áreas costeras, el territorio y el urbanismo, el desarrollo de ciudades, la construcción de edificios e infraestructuras de transporte, así como la seguridad y la alimentación saludable.

Entre las medidas previstas en el texto se encuentran aquellas destinadas a proteger la biodiversidad y sus hábitats frente al cambio climático. Asimismo, se elaborarán directrices para la adaptación al cambio climático de los ecosistemas naturales y las especies silvestres españolas. Además, se establece que el Gobierno deberá implementar medidas para reducir la vulnerabilidad al cambio climático de los suelos agrícolas y otros recursos naturales.

Entrada en vigor

La Ley 7/2021, publicada en el Boletín Oficial del Estado el 21 de mayo de 2021, entrará en vigor el 22 de mayo del mismo año. Sin embargo, cabe destacar que para los contratos de concesión vigentes en el momento de la entrada en vigor de la ley, el artículo 15, apartado 11 —que hace referencia a la instalación de puntos de recarga eléctrica en...

Técnicas para alcanzar los metas de la legislación sobre el calentamiento global

Se presentan dos novedosas medidas para determinar el marco de acción en la lucha contra el cambio climático. Estas herramientas de gobernanza de clima y energía han sido establecidas en el Reglamento 2018/1999 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de 2018, que aborda la gobernanza de la Unión de la Energía y la Acción por el Clima.

La ley de cambio climático y transición energética contempla el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima como la principal herramienta estratégica a nivel nacional, que integra la política de energía y clima. Además, refleja la contribución de España a la consecución de los objetivos establecidos en el seno de la Unión Europea en materia de energía y clima. Este plan será fundamental para el cumplimiento de dichos objetivos.

Según la ley de cambio climático y transición energética, el Gobierno aprobará una Estrategia de Descarbonización a 2050. Esta estrategia establecerá una senda de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de incremento de las absorciones por los sumideros en la economía española hasta 2050. De esta forma, se pretende lograr una transición hacia una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente a largo plazo.

Alternativas sostenibles y aprovechamiento óptimo de la energía

Una de las claves fundamentales en la ley de transición energética y cambio climático radica en promover el uso de energías limpias y la optimización del consumo energético:

La transición hacia un sistema energético más sostenible es una de las metas principales en la lucha contra el cambio climático. Para lograrlo, es esencial apostar por energías renovables y el uso responsable de la energía. Esto implica fomentar el desarrollo y la expansión de tecnologías limpias y eficientes, así como incentivar a empresas y ciudadanos a adoptar prácticas más sostenibles.

No solo se trata de reducir las emisiones contaminantes y mitigar los efectos del cambio climático, sino también de garantizar un futuro más saludable y sostenible para las próximas generaciones. Esto implica un cambio en nuestro modelo energético, basado en una transición hacia fuentes de energía limpias e inagotables, como la solar, eólica, hidráulica y geotérmica.

Además, la eficiencia energética es un factor clave en esta transición, ya que permite reducir el consumo de energía sin sacrificar el bienestar y la calidad de vida. Mediante la implementación de medidas de ahorro energético y el uso de tecnologías más eficientes, se puede reducir considerablemente la demanda de energía, lo que a su vez se traduce en una reducción de emisiones y un mayor ahorro económico.

Para impulsar la transición hacia un modelo energético más sostenible, es necesario incentivar a empresas y ciudadanos a adoptar prácticas más respetuosas con el medio ambiente. Esto se puede lograr a través de políticas gubernamentales que promuevan y faciliten la implementación de tecnologías renovables y medidas de eficiencia energética, así como mediante programas de concienciación y educación ciudadana.

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